Yo Soy La Fe.
La fe no fue hecha para los ojos físicos, sólo se puede notar cuando cerramos los ojos y encendemos la Chispa Divina en nuestros corazones.
La experiencia en conexión con la fe ✨
Consideremos la siguiente situación:
Acabas de entrar en el vestíbulo de un edificio desconocido y se va la luz, se apagan las luces y se apodera de todo la oscuridad. Tienes que llegar al piso superior y ni siquiera hay luces de emergencia que te guíen en el camino.
Entonces tomas la decisión de guiarte por lo que puedes observar del contorno, de las formas que te rodean, localizas las escaleras, decidido a subirlas con confianza, poniendo un pie delante del otro para llegar a donde necesitas ir.
Luego, cuando estás a mitad del viaje, las luces se encienden y la energía regresa.
Miras a tu alrededor y te das cuenta de que ya estás en el piso al que necesitabas llegar.
Todo fue tan rápido y fluido que ni siquiera notamos la subida.
Por curiosidad, echas un vistazo rápido a tu alrededor y te sorprendes al darte cuenta de cuántos obstáculos había en los escalones que pasabas: cajas, cables, herramientas... En ese momento piensas que fácilmente podrías haber tropezado y caído en la oscuridad, pero, como por arte de magia, pasas a través de todos los objetos y llegas a tu destino sin ningún daño.
Esto es lo que sucedería si realmente te conectaras con la Fe, dejándola hacer su trabajo sin dudar que todo saldrá bien sin importar la dificultad.
La experiencia en conexión con el miedo
Imaginemos ahora la misma situación que vive una persona que se deja dominar por el miedo:
Cuando entra al edificio y las luces se apagan, esta persona se queda congelada y decide no moverse, entendiendo que no hay forma de llegar a donde necesita sin las luces encendidas, por lo que se detiene, justo donde está, y espera. Esta persona está tan asustada, tan asustada, que imaginando varios peligros posibles que podrían suceder en un edificio oscuro, se esconde en un rincón, se acurruca y cierra los ojos.
Esta actitud de miedo e inseguridad hace que esta persona entre en un lugar buscando refugio, donde la luz no le llegaría, incluso cuando se restableció la energía del edificio. ¿Entonces qué pasa? Prolonga tu sufrimiento y retrasa el logro del propósito que te trajo allí.
La fe es la LUZ, el miedo es el polo negativo de la fe.
La fe es la LUZ, y todos los resultados que ella desencadena siempre benefician a quienes la ponen primero antes de actuar.
Lo único capaz de detener la acción de la Fe es la emanación del miedo.
El miedo es el alimento de la no luz.
Cuanto mayor sea la emanación de este sentimiento, más energía se proporciona para que las circunstancias negativas comiencen a desarrollarse.
Piense en el edificio de esta historia como su viaje en la Tierra.
Llegas sin conocer bien el lugar y sabes que necesitas avanzar sintonizándote con tus sueños y metas personales.
Esta es la subida al piso superior, y esto es lo que hace que la persona decida mudarse sin importar el costo. En algún momento caminarás a ciegas, ese es el momento en el que el edificio se queda sin energía. Estás buscando comprender tu camino, buscando conocimiento sobre dónde estás y qué necesitas hacer.
Incluso puedes elegir quedarte quieto en la oscuridad, esperando que la luz llegue a ti y te guíe hasta tu meta, o puedes elegir iniciar tu ascenso hasta el piso superior, donde están tus sueños y metas de vida, seguro de que tú eres la luz misma que guiará el camino hasta la cima, y que cuanto más sigas, más cerca estarás de llegar, estando protegido durante todo tu recorrido, aunque todo esté sucediendo de manera invisible.
Un día las luces volverán a encenderse, todo se volverá claro y visible y verás claramente el verdadero significado de todo lo que has pasado.
Pero primero debes caminar o el viaje puede que nunca suceda.
 |
👽 NOMBRE DE LA AUTORA:
Cássia Sena
🛸 EN INSTAGRAM:
@Consciencia_Cass |
Comentarios
Publicar un comentario